Contar en la calle... con intérprete! 
Una experiencia más de aprendizaje en el oficio de contar. 
2015.05.31 – Koln, DEUTSCHLAND (Alemania)

Ya he contado antes en calles (Colombia, Cuba, Ecuador, España y Perú), pero esta es la primera vez que lo haría para un público de otro idioma, en este caso fue en ALEMANIA, país al que fui invitado para  participar de un evento anual: “Tag des Guten Lebens” (El "Día del Buen Vivir) en el que un domingo se cierra una avenida principal (y algunas calles) para que la ciudadanía transite y disfrute de un sin fin de actividad y sin usar automoviles! Es un evento realmente grande. 

En este cúmulo de actividades (comida gratis, músicos, bailarines, etc.) me tocaba contar varias veces entre las 11 a.m. hasta las 7 p.m. todo un reto. Instalamos una carpa para invitar a que entre el público de turno pero luego de más de una hora, no entró nadie (lo admito) parecía que esta idea iba a ser un fracaso; pero por mi terquedad wanka y los ánimos e ideas de Silvia (compatriota peruana) haría que buscáramos más caminos. 

Marqué con tiza el espacio escénico en plena avenida (recordado al maestro mimo Acuña) y comencé a convocar al público a viva voz (en español) con mi intérprete de apoyo, mi gran amiga y socia Elke…. al principio no fue fácil… una que otra persona se detenían a lo lejos y de estas a penas alguna se acercaba, así las historias iban surgiendo de uno a uno… o menos :o) . Probamos otro camino: dentro del círculo marcado nos sentamos (con mi intérprete al lado) y dejamos de convocar para pasar directamente a contar al viento, sin público. Así pasó todo un cuento enteró y sentí la terrible sensación de que la ciudad no se detenía ni para escucharme un segundo, pero seguimos con otro cuento y… funcionó! Parece que al ver a ese peruano que contaba en español, algunos alemanes se comenzaron a acercar, y uno se sentó, luego otro y se formó un primer grupo de cerca de 10 personas. Fue maravilloso, las historias que se escuchaban en dos ritmos, a dos tiempos, en dos idiomas, poco a poco comenzaron a fluir y las palabras iban creando imágenes. Luego de este primer grupo repetimos la dinámica y funcionó nuevamente. En esta ocasión no fue el invitar a viva voz al público lo que los captó, sino el mostrarles tranquilamente la dinámica lo que captó su atención. 















Lo bello de viajar es que nos permite los reencuentros. 
En la tarde me reencontré con Beca. La historia con ella es más que especial, ella asistió a la presentación que hice el año pasado (2014) en el Museo Antropológico de Köln, me esperó a la salida y conversamos porque ella pensaba ir a Perú y así fue, a los meses ella no solo estaba en Perú sino que además se inscribió en curso de la Escuela de las Palabras, dictado por François Vallaeys. Luego, también en Lima ella contaría su primer cuento en público y además en español. Ahora luego de casi un año nos volvíamos a encontrar en Köln para esta vez los dos contar juntos y en plena calle, Éramos comunidad!!! Con Beca probamos que me intérprete y fue más que genial, fue un gran dúo el que formamos, generamos una dinámica tan buena que logramos que un grupo muy grande de público (sin exagerar más de 30 personas) se acercarán a escuchar atentamente en ese mar de actividades. 
















Hay cosas que se pierden, pero también que se ganan. 
Como siempre he sentido, contar con intérprete es una experiencia muy especial y diferente a la de contar solo. A veces cuando comento esta dinámica lo primero que escucho son “peros” u objeciones que vienen desde el razonamiento puro, desde la cabeza y el pensar de los interlocutores de turno: frases como “no es lo mismo” o “seguro se pierden muchas cosas” son las más frecuentes. De hecho que en esta opción (como en todo en la vida) hay cosas que se pierden, pero también muchas que se ganan. Siempre tengo la idea de no detenerme a pensar en lo que se pierde, y al experimentar esta forma de narrar tantas veces en varios países (Alemania, Bélgica Francia, Italia e Irán) he descubierto que se ganan muchas otras cosas y sensaciones, únicas en esta dinámica.

Ahora sumado esta práctica a la de contar en plena calle, es toda una nueva experiencia que me demuestra que uno sigue siendo aprendiz en el largo camino de practicar el oficio de contar historias. Es toda una oportunidad el poder contar en un país donde se habla otro idioma al tuyo, es un reto muy emocionante… las emociones siguen resonando. 
 2015.05.31 – Koln, DEUTSCHLAND 
Fotos: https://goo.gl/0OcXNs 
Info: https://goo.gl/dFq3k0









Muchas gracias a INFOE por esta maravillosa experiencia en Alemania

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