“Desde mi pequeña experiencia,
siento que una de las cualidades más importantes de un cuentero es “escuchar” y
“escucharse”, un cuentero no solo habla, no solo expresa con pocas o muchas habilidades,
un cuentero se comunica, entabla una conversación, construye una serie de
vínculos por esencia.” W.
Recientemente
me enteré gracias a la difusión que hiciera el 7/1/2015 nuestro querido “Papo
cuentacuentos”, de un artículo periodístico en el cual se refería al arte de la
cuentería o narración oral en Lima. También leí las reacciones de varios colegas,
algunos comentando, otros criticando, otros dictaminando que es y que no es en
este arte tan diverso, etc.
Pero
vi que este artículo no era anónimo, estaba firmado y con un e-mail muy visible
aún para mis cegatones ojos acusqueñados, que por cierto cada vez menos ven pantallas
tecnológicas. Al leer el artículo percibí que era el producto de un trabajo,
con graves errores desde mi punto de vista y concuerdo en varios de los
comentarios ya expresados por mis colegas, pero este artículo es un trabajo que
no siento que lleve mala intención, sino que lamentablemente no recurrió a muchas
más fuentes de información, para un mejor análisis.
¿Quién no se ha
equivocado en un trabajo? Qué levante la mano el que no lo haya hecho, si tu
que me lees reconoces que alguna vez te has equivocado, lo demostrarás al
“compartir” este post ;) jejeje
Me
puse a pensar (frágil oficio)… ¿alguien se ha comunicado con la periodista?, ¿alguien
le ha comentado a ella sus opiniones? ¿Alguien le ha preguntado cómo llegó a
estas conclusiones?
Antes
de comentar con mayor detalle, preferí ir por el camino de la escucha y del
vínculo. Además de mandarle un correo electrónico busqué a la periodista por
diversas redes. Luego de intercambiar telegráficos mensajes acordamos hablar
por teléfono.
La
conversación fue breve pero muy sincera, la Srta. Rocio Romero ha podido seguir
y leer algunos de los comentarios y reacciones que este artículo ha generado en
parte del colectivo de cuenteros de Lima, le pregunté cómo se sentía sobre lo
ocurrido y me mencionó que era el primer cuentero que se ponía en contacto con
ella, y que además le preguntaba sobre su sentir. Le comenté que estaba de
acuerdo con algunos de los comentarios que ella ya ha leído, me mencionó que
todo es un proceso de aprendizaje y que cada persona puede tener su punto de
vista. Hablamos de poder generar un espacio para que conozca a más
cuenteros incluso de la idea de escribir
un nuevo artículo, algo que a ambos nos pareció alegremente interesante.
Y
así quedé con la Srta. Rocío Romero, que a mi regreso a Lima nos reuniríamos a
conversar, a comentarle lo diverso del movimiento limeño y del peruano. (Ya les
comentaré.)
Sobre el artículo.
Ya
lo dije, no comparto las conclusiones a las que se llega en el artículo, ni conozco
el proceso de trabajo de las entrevistadas. Siento que la periodista no accedió
a más fuentes de información que puedan graficar lo diverso y amplio que es el
movimiento de cuenteros de Lima y/o del Perú. Lo que se escribió
lamentablemente generalizó la experiencia de dos personas como si fuera todo el
que hacer de los cuenteros. Por cierto, que por el hecho de que uno no conozca
a las dos entrevistadas, no quiere decir que debamos de menospreciar su punto
de vista y su experiencia.
Sobre las reacciones.
Me
dio mucha alegría ver como comenzaron a surgir diversos comentarios. Que
podamos indignarnos y comentar con libertad es realmente sano y alentador.
Deseo de corazón que sigamos así, reaccionando ante los problemas o los buenos sucesos
que nos competen a todos, que reaccionemos en colectivo nos acerca más a ver
que nos une y no que nos separa.
Pero
también, no hay que olvidar (más aún los cuenteros) que: las palabras curan,
pero también enferman… las palabras crean, destruyen y reconstruyen. No hay que
olvidarnos que detrás de este artículo hay alguien que pudo cometer un error y
que con insinuaciones como que el artículo es pagado, o enmarcarla como una
distorsionadora… es adjudicarle una intencionalidad de la cual no podemos estar
seguros hasta averiguar bien.
Caer
en el mundo del “suponer” nos puede llevar a darle una intencionalidad negativa
a algo que fue un equívoco en el que cualquiera pudo caer. El suponer nos lleva
a crear historias que pueden estar alejadas de la realidad y por tal crear muros,
distancias, separaciones y hasta bandos.
Y nosotros… ¿qué?
Siento
que esto también nos demuestra la necesidad de ordenarnos más, de seguir
trabajando y que sea nuestra labor la que hable.
Para
que nos reconozcan otros, nos hace falta primero reconocernos entre nosotros.
Nos toca ver más lo que nos acerca y no lo que nos separa. Este proceso ¿será
lento? Algunas energías tienen que liberarse y muchos sinceramientos tendrán
que ocurrir… Así como señalamos lo nos distorsiona, también hay que señalar lo
que nos divide.
Por
eso siento que esto que ha sucedido es una oportunidad (más) para que nos
veamos a través de otros ojos… para que nos veamos con nuestros más sinceros
ojos…
Nos
vemos en Lima. Saludos muy felices desde mi casita en el Valle cusqueño. :D :D
:D
Wayqui.
Cusco,
Perú / 15.01.2015
P.D.
etiqueto a la mayor parte de colegas y/o interesados en este tema, hay algunos
a quienes no puedo etiquetar puesto que no los tengo visibles o en los vínculos
del Facebook.
Ah!,
si recuerdas y reconoces que alguna vez has cometido un error pues dale a
compartir a este post. :D
y…
¿qué piensas de la reunión para conversar? Sería genial poder ir también por
este camino, esta es una oportunidad!
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algunos comentarios